La felicidad
Otro aspecto que ha estado conectado a la Ética desde los tiempos de
Aristóteles es el tema de la felicidad. La felicidad es la actualización
de las potencias humanas, es decir, la realización y el ejercicio de
a facultades y demás capacidades del hombre. Cuando el hombre pone a
funcionar sus potencialidades, la consecuencia natural es la felicidad. Además, éste
es el fin propio del hombre. El hombre está hecho para ser feliz.
Desde
el punto de vista de la Filosofía y la Psicología, la felicidad
es la consecuencia normal de un funcionamiento correcto del ser humano.
Se pueden distinguir tres tipo o niveles de felicidad:
a. La Felicidad Sensible. Es la experiencia de satisfacción y beneplácito
a partir de los sentidos.
b.
La Felicidad Espiritual. Es superior a la sensible y se obtiene
por el correcto funcionamiento de las potencialidades humanas en un
nivel suprasensible, como la inteligencia, la voluntad, el amar, la
libertad, el arte, las virtudes, etc.
c.
La Felicidad Profunda. Proviene del núcleo de identidad
personal. Es una felicidad más refinada que las dos anteriores
y sólo se percibe cuando el individuo capta su propio núcleo
por medio de un conocimiento conceptual y atemático.
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